La Coordinadora Nacional de Defensa y Recuperación del Gas, que agrupa a varias organizaciones sociales y laborales, dio a conocer su desencanto ante el rumbo que asume el gobierno de Carlos Mesa sobre la Asamblea Constituyente y los hidrocarburos. En ambos casos, la Coordinadora cree que no se está avanzando en la línea trazada por las protestas insurrecciónales de octubre y, por el contrario, desde el gobierno se estaría buscando un desenlace acorde a los intereses de los grupos neoliberales de poder. El pronunciamiento público de la Coordinadora señala textualmente lo siguiente: 1. Se nota a las claras la fuerte presión de la embajada norteamericana, los empresarios y las transnacionales para hacer tambalear al presidente Carlos Mesa con el objetivo de enterrar lo señalado por la población en octubre del 2003. 2. Los puntos claros de la gente fueron la necesidad de establecer la responsabilidad de reconstruir un país nuevo, donde la cuestión de la propiedad y la representación política se pongan a discusión. La gente no ha muerto por un país remendado y lleno de parches. 3. Es decir la gente ha indicado claramente que el gas es para los bolivianos, es decir se trata de decidir una nueva política energética sobre los hidrocarburos y sus derivados, que beneficie primero a los bolivianos y no a las empresas petroleras. En términos simples significa la renacionalización de un bien común, como es el gas. 4. El nombramiento de Antonio Araníbar, canciller de la capitalización en la época de Gonzalo Sánchez de Lozada, es una señal clara de que el gobierno (de Mesa) solo pretende"modificar" la Ley de Hidrocarburos y no proponer una nueva política energética. 5. Algo parecido sucede con la Asamblea Constituyente, que para la gente se entiende como la necesidad de redundar el país producto de la profunda crisis económica y política que vive el país, producto del manejo de la elites gobernantes, no solo desde el comienzo del modelo neoliberal, sino desde la fundación misma de la llamada Republica de Bolivia. 6. En este tema el gobierno de Mesa ha tomado este proceso para llevarlo al terreno liberal, nombrando como responsables del mismo a conocidos tránsfugas y otorgando la responsabilidad de llevarlo adelante a los levanta manos del Congreso. Estas dos señales son una clara muestra de los intentos de recomposición y refortalecimiento de la derecha y los partidos políticos y el Parlamento como nuevamente los únicos espacios legales y legítimos de decisión política y económica. 7. Finalmente decir que no queremos un referéndum, ¿referéndum para que?, ¿para decirnos que no hay otra manera de obtener recursos si no es vendiendo el gas? ¿Y no se pretende en absoluto tocar los intereses de las transnacionales? 8. Es innegable la grave situación económica. Para eso proponemos primero la elaboración de la Ley de Hidrocarburos que posibilite el incremento del pago de impuestos y regalías a las transnacionales, así como la revisión de los contratos de explotación de hidrocarburos. Segundo, el no pago de la deuda externa. Tercero, una verdadera austeridad que incluya no solo a los tres poderes del Estado, sino también el pago por el servicio exterior, embajadores, etc., es decir que paguen los que más tienen y recuperar nuestra fuente de riqueza el Gas. 9. Hacemos un llamado a los movimientos sociales a empezar a articularnos en función de una agenda común y romper el cerco político-empresarial para que las demandas de octubre puedan hacerse. 10. Para todo esto la Coordinadora convoca al Encuentro nacional para el día viernes 2 de abril, en Cochabamba, donde se propondrá al país, los planes de acción para el movimiento popular * Econoticiasbolivia.com (Cochabamba, marzo 17, 2004).- www.econoticiasbolivia.com