Guatemala sigue siendo un país agrícola, en consecuencia, la agricultura sigue siendo importante para muchos guatemaltecos sobre todo campesinos e indígenas. Porque es a través de ella que se tiene garantizado únicamente una magra economía de subsistencia. Que los mantiene vivos, pero vivos en la pobreza. A pesar de la importancia de esta actividad económica existe un evidente agotamiento en este modelo económico. Y cuando se dice que muestra signos de agotamiento es porque ya no se constituye como el principal espacio de acumulación de divisas. Es a partir entonces de este agotamiento que se puede decir que existe una transición del modelo agrícola exportador hacia otro. Pero lo incierto de este proceso es que aún no esta definido cual debería ser el modelo, o como debería ser. Lo cierto es que a diferencia del modelo agro exportador, este nuevo al ser planteado debería de ser incluyente y no ortodoxo. Y es en esta vía que se da en el Gobierno pasado, la instauración de una mesa de Desarrollo Rural, en parte por la caída de los precios del café en el ámbito internacional. En la cual están como actores principales el sector campesino y el sector empresarial, representado por la Cámara del Agro. Sin sustanciales acuerdos debido a que el sector empresarial se retira del proceso de discusiones. Resultando de esto una desarrollada y bastante completa propuesta del sector campesino. Y es en el Gobierno actual y bajo la presión de los sectores campesinos que se plantea darle seguimiento a la discusión sobre el Desarrollo Rural, enmarcada en el Gran Dialogo Nacional convocado por el actual Gobierno. Una vez más el sector empresarial responde de manera negativa a la convocatoria y con el apoyo claro del gobierno de la Gana. Pero lo que termina de ponerle la guinda al pastel y que serviría de excusa para que el sector empresarial se niegue totalmente a la discusión del tema agrario, es la serie de toma de fincas que ocurrió recientemente en el norte del país, específicamente en el área de las verapaces por parte de varias organizaciones campesinas. La situación ha provocado el pronunciamiento público del Comité de Asociaciones, Comerciales, Industriales y Financieras, CACIF, en el cual rechazan lo que ellos denominan “usurpación de fincas” y demandan del gobierno “acciones enérgicas” en esta situación, argumentando que estos hechos lo único que hacen es alejar la inversión extranjera, en el marco de la vigencia del TLC con EEUU. Dos días después y luego de las declaraciones del CACIF, se conoce de un violento ataque contra unas 235 familias que intentaban ocupar, por tercera vez, la fina denominada La Moca, ubicada en Senahú, Alta Verapaz. La seguridad privada y vecinos del inmueble arremetieron contra los campesinos, cumpliendo órdenes del dueño de la finca. Teniendo como saldo de esta agresión y de acuerdo con las declaraciones del líder la Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas, UVOC, Carlos Morales, ocho campesinos heridos de gravedad, al menos tres personas desaparecida y dos asesinadas. Los líderes campesinos exigen a las autoridades esclarecer los hechos. En este punto es importante recordar que las exigencias de los campesinos hacia los dueños (ciudadanos alemanes) es el pago de prestaciones que nunca les fueron efectivas por los dueños y que esta la razón principal que ha detonado el recién enfrentamiento. Pero si estos hechos se dan no son solo precisamente por el incumplimiento de pago de parte de los dueños de fincas. Sino en este problema subyace la desatención que tiene el actual gobierno al problema agrario. Y que además ha sido este gobierno en donde más incidentes relacionados con el tema agrario se han registrado. En conclusión somos testigos de la confrontación de dos lógicas enfrentadas históricamente que hasta el día de hoy no han encontrado los canales para entablar un diálogo y menos negociaciones que conduzcan a encontrar soluciones incluyentes y con vista de largo plazo. Y que como en el recién ocurrido caso solo conlleva saldos trágicos, en donde muchos campesinos han perdido la vida. Pero además, estamos ante un gobierno que no tiene la capacidad de poder promover soluciones a este problema y por el contrario de forma abierta apoya la propuesta empresarial que plantea una inserción del modelo desarrollo económico a la mundialización, que deja afuera a todos los campesinos. Sin tomar en cuenta que el crecimiento económico, a través de la mundialización, por si mismo no produce desarrollo social. Y descarta la propuesta del sector campesino que le apuesta a la mundialización pero privilegiando el desarrollo humano, la vida y la igualdad. Fuente: Boletín Noticias y Análisis de Tendencias Nº 1004 Incidencia Democrática http://www.i-dem.org Guatemala, 10 de julio de 2006