Al cabo de un año de sesiones, aún no se ha aprobado un solo artículo de la nueva Constitución. Se acordó extender el plazo de la convención constituyente hasta diciembre. La derecha resiste la decisión de las mayorías.

La nueva Constitución de Bolivia debió haber sido entregada ayer, 6 de agosto. Los asambleístas debieron acudir al Congreso Nacional para obtener una prórroga en las sesiones ordinarias hasta el 14 de diciembre. Ayer, además, se cumplieron 182 años de la independencia del país.

El presidente Evo Morales brindó un informe de gestión en la Sesión de Honor del Congreso Nacional instalado en la Casa de la Libertad, de Sucre, con motivo de los festejos por el Día de la Patria.

Entre los temas que debe resolver la Constituyente figuran las autonomías departamentales, definir si la sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo seguirá siendo La Paz o se restituirán -después de más de un siglo- a Sucre, y la reelección presidencial.
Las disputas entre La Paz y Sucre han ahondado y exacerbado los regionalismos en el país.

El 6 de agosto del año pasado se instaló en Sucre el cónclave con la misión de refundar Bolivia en un año. Sin embargo, luego de ese plazo el órgano deliberativo no logró aprobar ni un solo artículo de la próxima Carta Magna.

Durante los últimos doce meses los grupos de derecha y organizaciones cívicas se enfrentaron en la Constituyente. Mediante un acuerdo político entre el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y el opositor Poder Democrático y Social (Podemos), el Congreso aprobó el viernes pasado la Ley de extensión del trabajo de la Asamblea —que finalizaba hoy— hasta el 14 de diciembre de 2007. La Constitución en vigencia actualmente fue sancionada en 1967.

El Vicepresidente de Bolivia y titular del Congreso Nacional, Álvaro García Linera, aseguró que una vez finalizadas las sesiones de la Constituyente se convocará a dos referendos nacionales el año próximo: el primero para aprobar los artículos que no tengan consenso entre el total de asambleístas, es decir que no obtengan los dos tercios del plenario, en tanto que el segundo para aprobar o rechazar la nueva Constitución que redacte la Asamblea.

Entre las principales acciones del gobierno de Morales se destacan la nacionalización de los hidrocarburos, decretada en mayo de 2006 y la refundación de Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB), hechos que garantizan beneficios para todos los bolivianos y fomentan la integración nacional.

La Asamblea Constituyente marca un hito en la nación porque por primera vez sectores históricamente marginados socialmente como los pueblos originarios y comunidades indígenas tuvieron mayor participación en las decisiones del quehacer nacional.

Evo Morales ha señalado en reiteradas oportunidades que "es imposible resolver en un año y medio los problemas de quinientos años (la época colonial), doscientos años de vida republicana o de veinte años de neoliberalismo", enfatizó.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar