TLC con Estados Unidos

Puede dar un ejemplo al resto de Latinoamérica

02/10/2007
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El próximo domingo sus habitantes votarán en un referendo acerca del acuerdo comercial el país norteamericano. El “No” avanza se postula como ganador.
El próximo domingo 7 de octubre se realizará un referendo en Costa Rica para que su sociedad decida si aprueba o rechaza el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

Diversos sectores: indígenas, intelectuales, líderes políticos y sindicales, estudiantes, agricultores y pequeños empresarios aglutinados en una alianza patriótica, promueven el “No” al TLC entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (DR-CAFTA, según sus siglas en inglés).

En cambio, el “Sí” es impulsado por el gobierno de Oscar Arias, por las grandes empresas privadas y por los partidos Liberación Nacional (oficialista) y Movimiento Libertario.

El politólogo Lisímaco Chavarría, que luchó en la revolución de 1949 junto a José Figueres Ferrer, declaró que este tratado es un proceso de venta de las riquezas nacionales, no un acuerdo comercial.

Los descendientes de los pueblos originarios del país centroamericano llamaron a rechazar el TLC debido a los efectos nocivos que tendrá sobre su cultura y su forma de vida.

Si llega a entrar en vigor el tratado, la mayor parte de los pueblos originarios de Costa Rica –que practican una precaria agricultura– sufrirían la desleal competencia de los productores estadounidenses, que gozan de subsidios y mayores capacidades tecnológicas de producción.

En una de las mayores marchas de la historia de Costa Rica, el domingo pasado más de cien mil personas contrarias al acuerdo con Estados Unidos, marcharon por el Paseo Colón, la avenida más grande de San José (capital del país).

El acto de cierre de campaña –que contó con la participación de manifestantes provenientes de todo el país– fue convocado por el Movimiento Patriótico por el No al TLC.

Al llamar a votar por el No, el obispo emérito de la diócesis de San Isidro del General, Ignacio Trejos, convocó “a derrotar la campaña de temor de quienes aspiran a imponer este acuerdo".

Otro de los oradores de ese acto fue el líder del Movimiento Patriótico por el No y rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica, Eugenio Trejos, que criticó el modelo económico que el tratado pretende instaurar en el país.

El masivo acto del 30 de septiembre superó la asistencia de la marcha del 26 de febrero, que había obligado a someter a consulta popular la ratificación del acuerdo.

El miércoles de la semana anterior, un grupo de casi un centenar de sacerdotes católicos encabezados por el obispo Ignacio Trejos, dio a conocer un documento denominado “Valoración Ética del TLC”, en el que rechazan el tratado que sintetiza las políticas neoliberales implementadas en América Latina desde los años ’80, que trajo aparejados resultados nefastos.

Melvin Rodríguez, obispo de la Iglesia Luterana Costarricense (ILCO), consideró que el TLC provocaría la desaparición de trescientos mil empleos sólo en el área rural. Asimismo, evaluó que las pequeñas y medianas empresas se fundirían.

El sindicalista Fabio Chávez Castro, secretario general de la Asociación de Empleados del Instituto Costarricense de Electricidad, declaró: “no permitiremos que nadie socave nuestro Estado de Derecho”.

“Vamos a ser un ejemplo para todo el mundo. De aquí en adelante los tratados de libre comercio deberán ser más justos”, concluyó el sindicalista.

Hace dos semanas se produjo un hito que podría ser decisivo en el referendo del domingo. Se conoció un memorando interno firmado por el Vicepresidente Segundo, Kevin Casas, y por el diputado oficialista Fernando Sánchez Campos, que iba dirigido al Presidente Oscar Arias y al ministro de la Presidencia Rodrigo Arias.

En el mismo, Casas y Sánchez instaban a presionar a los alcaldes a sumarse a la campaña en favor del TLC, bajo amenaza de recortes presupuestarios para sus cantones en caso de perder el referendo.

Además recomiendan promover una “estrategia del miedo” para captar más electores para la campaña por el “Sí”, ya que de lo contrario “no hay forma de ganar”, concluía el memorando fechado el 29 de julio.

La divulgación de este documento secreto logró el efecto contrario al deseado por sus remitentes, ya que se ha fortalecido notablemente la campaña opositora.

Casas debió renunciar a la Vicepresidencia. Sánchez aún se aferra a su banca de diputado, pese a las presiones para que dimita. Por su parte, el ex presidente Luis Alberto Monge (1982-86), del mismo partido que el Presidente Arias, realiza una activa campaña por el No.

Cabe recordar, que antes de la divulgación del memorando, el “Sí” se imponía holgadamente en las encuestas, actualmente se revirtió en gran medida esa tendencia.

El 7 de octubre más de dos millones de ciudadanos están convocados a las urnas para decidir sobre el acuerdo comercial con Estados Unidos. El resultado del referendo será vinculante si participa como mínimo el cuarenta por ciento del padrón electoral, caso contrario el TLC volverá a ser debatido en la Asamblea Legislativa.

Costa Rica es el único país signatario del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos que aún no ha ratificado el acuerdo firmado en 2004, debido al rechazo que el tratado ha generado en su población. También es el único país en someter el tratado a consulta popular.

Del DR-CAFTA ya forman parte El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana. El domingo los costarricenses deciden si se suman a ese grupo o no.

Según distintos estudios, luego de la aplicación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) en México en 1994 y de DR-CAFTA en El Salvador el año pasado, las exportaciones de ambos países a Estados Unidos disminuyeron, pero aumentaron las importaciones y el déficit comercial. Además se produjo una pérdida neta de empleos.

Un sondeo realizado por la Universidad de Costa Rica señala una leve ventaja del rechazo a la ratificación del TLC, a pesar que los impulsores del No cuentan con menos recursos económicos para la campaña.

El neoliberalismo del TLC aumenta la brecha social y la pobreza, su lógica mercantil favorece a las corporaciones transnacionales en detrimento de las empresas nacionales. Además, en caso de ratificarse será un golpe devastador contra el concepto de Estado Benefactor, construido durante casi seis décadas de estabilidad política y económica en el país centroamericano.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/es/articulo/123556

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