La invasión del Líbano, día 21:

Continúa la sangrienta cruzada israelí

02/08/2006
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El ejército hebreo amplía su ofensiva aérea y terrestre. Hezbollah responde con un gran lanzamiento de proyectiles. La comunidad internacional muestra tibias intenciones de actuar para detener el conflicto. Una fuerza de 200 militares de comandos de élite del ejército de Israel participaron en el espectacular ataque llevado a cabo en Baalbeck, al este de Líbano, durante el cual fueron capturados cinco miembros de Hezbollah, según informó la radio israelí. Horas más tarde la infantería de Israel lanzó su ataque más profundo contra el Líbano, en tanto bombardeos aéreos mataron al menos a 15 civiles. Ante esto la guerrilla islámica respondió lanzando la cifra récord de 210 cohetes contra poblaciones en el norte de Israel, matando al menos a una persona e hiriendo a otras 17, según informes de la policía israelí. La lluvia de cohetes se registró pese a que el jefe del ejército israelí, el general Dan Halutz, había asegurado que luego de una ofensiva de tres semanas, el poderío militar de Hezbollah había disminuido drásticamente. En ese sentido, Halutz amenazó con reanudar los bombardeos aéreos contra Beirut, la capital del Líbano, devastada por la aviación israelí desde los inicios de la ofensiva. Por su parte, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró ayer que la ofensiva continuará hasta que una fuerza internacional sea emplazada en el sur del Líbano. Durante una entrevista con corresponsales extranjeros, el líder israelí dijo que quiere que la fuerza internacional tenga el mandato de hacer cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas (ONU) que exigen el desarme de la guerrilla islámica. Sin embargo es bueno recordar (algo que parece olvidar Olmert) que en 1978 el Consejo de Seguridad adoptó una resolución que exigía la completa evacuación israelí del sur de el Líbano. El organismo supranacional decidió constituir una fuerza militar internacional llamada Finul para evitar los choques en la región fronteriza y ayudar al estado libanés a imponer su autoridad. Cuatro años después, el jefe del gobierno de Israel, Menahem Begin, dio la orden de invadir Líbano y ocupar Beirut. La operación, bautizada Paz en la Galilea. Por estos días y pese a las precarias muestras de solución a este conflicto, las fuerzas israelíes continúan masacrando a los libaneses. La situación es tan terrible que la comunidad internacional, inerte hasta el momento, comenzó a dar señales de una tibia reacción. Rusia es, quizás, el país que muestra una postura más enérgica. Su embajador ante la ONU, Vitali Churkin, sostuvo que la mayoría de los países miembros del Consejo de Seguridad están "cada vez más descontentos" por el bloqueo de Estados Unidos a posiciones que impliquen reclamar a Israel el cese de ataques contra Líbano. "En estos días crece el descontento entre miembros del Consejo de Seguridad por el hecho de que Estados Unidos está listo para bloquear cualquier decisión que lleve a presiones sobre Israel", manifestó Churkin en una entrevista al diario Izvestia. “El envío de una fuerza de interposición”, sostuvo el embajador, tiene "más preguntas que respuestas", una de ellas referida a si será una operación de la ONU o de una fuerza internacional bajo el mando de ese organismo. Churkin sostuvo que su país, respalda el envío de una fuerza de estabilización, aunque "antes de apoyarla es necesario comprender por quién estará compuesta. No podemos firmar un acuerdo en blanco". Finalmente, el embajador ruso advirtió que cualquier decisión debe respetar el principio de soberanía de Líbano. Por su parte, Europa -hasta ahora inactiva- comenzó a realizar conversaciones por fuera de las implementadas por Estados Unidos. Los gobiernos del viejo continente están en contacto con valedores extranjeros de Hezbollah, Irán y Siria, en un intento por encontrar una solución a la ofensiva israelí en el Líbano. Hasta ahora Washington -principal aval de Israel- se niega a conversaciones de alto nivel con estos países, que además son objetivos militares en carácter de enemigos. Es imperioso aclarar que la diplomacia estadounidense en la ONU ha bloqueado cualquier resolución de este órgano que condene enérgicamente las acciones israelíes. Pese a esto, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) ahora no siguen esa línea y optan por un diálogo que pueda ayudar a detener el derramamiento de sangre en Medio Oriente. Sin embargo, y pese a que la diplomacia europea haga sentir a los líderes sirios e iraníes respetados, analistas sostienen que no está claro qué es lo que pueden ofrecer para persuadir a Damasco o Teherán para que hagan que las milicias de Hezbollah dejen de lanzar cohetes contra Israel o acepten un desarme. Aun así, este cambio en la política europea es notorio. "No puede haber solución eficaz sin Siria", dijo el ministro de Exteriores irlandés, Dremot Ahern, después de que los ministros de la UE celebraran una reunión de emergencia sobre la crisis el martes. Por su parte, el ministro de Exteriores de Francia, Philippe Douste-Blazy, se reunió con el ministro iraní Manuchehr Motaki el lunes en Beirut y sorprendió a muchos al decir que Irán "juega un papel estabilizador en la región". Luego Douste-Blazy intentó aclarar sus palabras en Bruselas manifestando que "Irán tiene una responsabilidad compartida en la actual situación, así que Irán puede jugar un papel en su solución, y puede por ello contribuir a estabilizar la región". Por su parte, Alemania también ha sugerido que el llamado Cuarteto (Estados Unidos, la ONU, Rusia y la UE) junto con Egipto, posiblemente, debería implicarse en los esfuerzos de paz. Pese a todas estas intenciones europeas, el gobierno francés dio a conocer que es muy pronto para el emplazamiento de una fuerza de paz internacional en el Líbano, mientras continúan los intensos combates entre Israel y la guerrilla islámica. Diplomáticos franceses dicen que no participarán en la reunión de ONU prevista para esta semana propuesta por el secretario general, Kofi Annan, para lograr la fuerza de paz. Francia indicó que es prematuro discutir la contribución de tropas a una fuerza de esa naturaleza. Antes de que pacificadores puedan llegar al lugar, dijeron los diplomáticos franceses, debe haber un cese el fuego total entre Israel y Hezbollah, seguido por un acuerdo político que convierta la tregua en una medida permanente. Este escenario es el que esta vertido en torno a el Líbano, los ataques israelíes continúan, las victimas civiles aumentan y aun no hay nadie que pueda detener esta terrible agresión. Pero no olvidemos que existe otra agresión israelí en otro frente y que la mayoría de los medios de comunicación parecen haber sacado de sus agendas. El día de ayer la agencia DPA informó que aviones de combate israelíes bombardearon barcos del puerto de la ciudad de Gaza y una casa en medio de la franja que, según Israel, era utilizada por extremistas como depósito de armas. No se informó de víctimas en el ataque, pero según testigos varias embarcaciones fueron destruidas o gravemente dañadas. Hasta la actualidad al menos 160 palestinos murieron desde el inicio de la ofensiva israelí lanzada en la Franja de Gaza. Según el Ministerio palestino de Salud, entre los muertos hay 30 niños y menores de 16 años. Los heridos suman hasta el momento 600. Como sentencio el periodista José Steinsleger alguna vez: “El Holocausto judío quedó atrás. El Holocausto árabe acaba de empezar”, mas que una afirmación una mera reflexión. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/es/articulo/116419
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