Colombia: La conciliaditis
27/04/2004
- Opinión
"Sólo hay una cosa peor que ser arrollado por las
multinacionales: no ser arrollado por ellas". Beck Ulrich.
El poder de la impotencia
El estropicio causado por el destape de la veleidad del primer
magistrado de la Nación por la reelección presidencial, ha
servido de sordina respecto a las graves revelaciones que se
hicieron en el Congreso de la República, sobre la amenaza que
se cierne, a propósito de los pleitos que tiene por resolver
el Estado con los particulares. Mucho se ha discutido sobre
la inconveniencia de las cláusulas compromisorias que se
suelen pactar en los contratos que se firman entre entidades
del Estado y empresas particulares, casi siempre con
participación de capital extranjero. De allí, que se haya
convertido en algo recurrente, el apelar a los tribunales de
arbitramento, cuyos laudos generalmente condenan al Estado a
pagar sumas exorbitantes, convirtiéndose los mismos en una
vena rota del fisco.
@STIT = De lo prejudicial a lo perjudicial
El ex ministro del Interior y de Justicia, Fernando Londoño,
estuvo a punto de hacer aprobar en el Congreso su proyecto de
Ley, a través del cual se pretendía suplantar a los tribunales
de la justicia por los tribunales de arbitramento. Por fortuna
este esperpento no pasó, pues sus consecuencias habrían sido
nefastas para el país. Este fue un duro revés para el ex
Ministro, dada su aversión por aquellos y su predilección por
estos últimos, de los cuales ha devengado jugosos honorarios.
Se dirá que cada sastre alaba su aguja, pero es que en este caso
el Ministro estaba abogando en causa propia y nunca lo disimuló.
Pero él no cejó en su empeño de soslayar la aplicación de la
justicia que, paradójicamente, había sido puesta a su cuidado.
En efecto, se encontró en el Palacio de Nariño el atajo, para
hurtarle el cuerpo a los largos y tediosos procesos judiciales,
propiciando arreglos prejudiciales, que suelen resultar
perjudiciales para el interés público.
En el transcurso de un debate reciente en el Congreso se
hicieron unas revelaciones muy graves sobre este particular.
Allí salió a relucir el texto de un Memorando del Presidente,
fechado el 12 de mayo, referido a las negociaciones
internacionales y en particular al Tratado de Libre
Comercio(TLC) con los E.U. En él les imparte precisas
instrucciones a los altos funcionarios del gobierno, haciéndoles
ver que "La solución de las disputas pendientes con
inversionistas extranjeros es una tarea prioritaria?es
especialmente importante avanzar en la solución de las disputas
pendientes en los sectores de telecomunicaciones y generación o
distribución de energía" (1). Este punto se había convertido en
uno de los mayores escollos para la aprobación en el Congreso de
los Estados Unidos de la prórroga de los beneficios del ATPA.
Primero fue la Senadora Hillary Clinton quien le salió al paso,
condicionando su aprobación al pago por parte del Estado
Colombiano de la indemnización a la empresa Termorrío de US$60.3
millones (2), suma esta a la que había sido condenada por un
laudo arbitral. El propio Secretario adjunto de Comercio de
E.U, William Lash, en declaraciones a El Tiempo, en su edición
del 30 de abril de 2002, advirtió terminantemente que sólo
habría ATPA si Colombia resolvía favorablemente los litigios con
varias empresas extranjeras, entre ellas la canadiense Nortel.
El embajador de Colombia en Washington, Luis Alberto Moreno,
haciendo el papel de correveidile de las transnacionales, afirmó
que "Colombia está en primera fila de los países del hemisferio
americano para iniciar una segunda tanda de negociaciones. Para
no relegarse de ese privilegio será necesario superar algunos
obstáculos que son propios del proceso. Tal es el caso de
Nortel y el de una Resolución de la CREG que ha generado
problemas para algunas compañías norteamericanas que tienen
inversiones en el sector eléctrico. Estas situaciones deben
superarse, pues es evidente que por encima de todo el gobierno
norteamericano debe defender los intereses de sus compañías"
(3).
@STIT = El TLC: Entre la espada y la pared
Precisamente, entre las áreas de negociación en el TLC con los
E.U, uno de los aspectos más álgidos es el de la solución de
controversias, pues en él se prevé como imperativo el uso del
arbitraje y otros medios, como forma de resolución de las
disputas. Así quedó de manifiesto en el impasse que se presentó
con el Perú, que llevó al Presidente Toledo a comprender que
"?para colocar a Perú en la primera ronda de conversaciones
encaminadas a lograr un acuerdo de libre comercio con Estados
Unidos, es necesario avanzar en la solución de los asuntos
contenciosos pendientes con empresas estadounidenses que
mantienen inversiones en nuestro país?es necesario actuar con
celeridad y dar señales claras de que en nuestro país trabajamos
de manera intensa y responsable para allanar el camino en
búsqueda de una solución que sea beneficiosa para ambas partes"
(4).
En el mismo Memorando quedó establecido que "Para la
presentación de fórmulas de solución a las contenciones
pendientes con inversionistas extranjeros ordeno crear
comisiones ad hoc, las cuales estarán integradas por el Ministro
en cuyo ámbito el conflicto se presente, el Ministro de
Hacienda, el Ministro de Comercio, el Alto Consejero
Presidencial José Roberto Arango y el Asesor Presidencial Rudolf
Hommes". Huelga decir que tales fórmulas serán la base para
llegar a transacciones extrajudiciales entre los funcionarios
competentes y los particulares en aquellos asuntos que sean
objeto de la querella. Con ello, se abre una tronera enorme,
dado el cúmulo de conflictos por resolver y los cuantiosos
recursos que están en juego. No estamos hablando de naderías,
pues al cierre del 2002, las demandas y litigios contra la
Nación superaban los US$73.3 billones, equivalente a su
presupuesto de todo el año 2004! Este será el campo abonado para
la conciliaditis, del cual sacarán partida quienes representan
el interés de las transnacionales; ellos harán su agosto, ya
deben estar brincando en un solo pie.
Ya hemos empezado a ver los frutos amargos de este árbol
envenenado. Recientemente el gobierno arribó a un acuerdo con
Nortel, según se afirma, gracias a los buenos oficios de Rudolf
Hommes, ex asesor del Presidente de la República, el cual le
costará al país la bicoca de US$80 millones(!). Se aduce por
parte del gobierno que éste salió ganando, ya que las
pretensiones de dicha empresa sobrepasaban los US$600 millones.
Ha empezado a hacer carrera en el seno del gobierno el adagio
de que es mejor un mal arreglo que un buen pleito, el cual puede
resultar, además de engañoso, oneroso para el Estado. Ya se
anuncia un nuevo acuerdo, esta vez con la empresa sueca
Ericsson, en virtud del cual Colombiana Telecomunicaciones (la
nueva Telecom) deberá desembolsar la suma de US$56 millones más.
El gobierno espera cerrar los acuerdos restantes en lo que
resta de este año; por delante están la Siemens, la Nec, Alcatel
y la Itochu, con pretensiones mayores, que sumadas superan los
US$1.000 millones. En atención a ello, el Documento CONPES 3279
de este mes, le dio luz verde a Telecom Comunicaciones, para que
trámite créditos hasta por $900.000 millones para cancelar parte
de las obligaciones que se deriven de los mismos.
@STIT = Los famosos
La solicitud y acuciosidad a toda prueba mostrada por el
gobierno, a la hora de atender las demandas y reclamaciones de
las compañías extranjeras, ha llevado a éstas a ponderar
muchísimo los avances obtenidos en tal sentido. Su reacción
ante el paso que se ha dado no se hizo esperar; de allí que, en
un documento del BID, en el cual se evalúa el clima de los
negocios en la región y se ausculta la percepción sobre el mismo
que tienen los inversionistas españoles, sus autores no dudan en
destacar entre las experiencias favorables el caso colombiano.
Allí se afirma que "Desde principios de su mandato, el
Presidente Uribe de Colombia encomendó a uno de sus consejeros
la mejora de las relaciones con el sector privado. El citado
consejero se ha ganado una merecida fama entre las empresas
colombianas, tanto nacionales como de capital extranjero, por su
capacidad de resolver, de forma rápida y amigable, quejas que el
sector privado sobre el funcionamiento de las administraciones y
de los servicios públicos" (5). Para ello se basa en
entrevistas personales realizadas a directivos de 15 grandes
empresas españolas con inversiones en proyectos de
infraestructura en la región. Resaltan ellos la importancia del
carácter informal de este proceder, cuyo modus operando está
basado en la discreción y la discrecionalidad de los
funcionarios intervinientes en el mismo, contrariando los
principios de la transparencia y la legalidad que deben presidir
los actos públicos. Con ello se busca, ni más ni menos, la
desjurisdiccionalización de los conflictos. Este recurso,
tortuoso y torticero, es lo más afín a las concepciones del ex
ministro Londoño, para quien el Estado Social de Derecho no pasa
de ser una entelequia que "?condena este país a la
disolución"(6) y que plantea para él "?el desafío de romper en
mil pedazos ese traje de arlequín que costureros tan ineptos
tejieron en las deplorables jornadas del primer semestre de
1991, año sin gracia y para siempre de triste recordación"(7),
en su diatriba en contra de la Constitución que nos rige.
Con razón se dolía recientemente el magistrado del Consejo
Superior de la Judicatura, Carlos Enrique Marín, del "?interés
político de la rama ejecutiva en colonizar la judicial?Persiste
una peligrosa tendencia a debilitar los controles que deben
prevalecer en un Estado de Derecho" (8). De allí la sabia
enseñanza de la proclama de los revolucionarios franceses,
cuando plasmaron en el artículo 16 de la Declaración de los
Derechos del Hombre y el Ciudadano esta sentencia: "Toda
sociedad en la cual la garantía de los derechos no esté
asegurada, ni la separación de los poderes determinada, carece
de Constitución".
@STIT = ¡Soñar sí cuesta!
En suma, hemos quedado en manos de los asesores y los
consejeros, en decisiones supremamente delicadas y que pueden
significar en un momento dado una lesión enorme para la Nación.
Pareciera que no escarmentaran de amargas experiencia
anteriores, que se sufriera de amnesia, asumiendo que la memoria
de los colombianos es tan frágil como para olvidar fácilmente.
Algunos altos funcionarios del gobierno le han dado su propia
lectura a las instrucciones presidenciales; ellos las han
interpretado como una invitación a seguir dragacoleando.
Veamos, sino, lo que afirma la directora del INVIAS, Alicia
Naranjo, al hablar de la conciliación con COMSA, que tiene entre
manos, para justificarla: "Es cumplir un sueño del gobierno de
Alvaro Uribe, en donde todas las entidades se deben sentar a
conciliar con firmeza y liderazgo. Estamos en un gobierno que
concilia y es generoso"(9).
1) Memorando. De Presidente de la República, para Superint.
Bancario, Embajador en E.U, Alto Consejero Presidencial, Asesor
Rudolf Hommes. Mayo, 12 de 2003.
2) Ver: Amylkar D. Acosta M. La embarrada de Termorrío.
Febrero, 25 de 2001.
3) El Tiempo. Agosto, 29 de 2003
4) Portafolio. Marzo, 17 de 2004.
5) Emilio Ontiveros, Manuel Conthe y José María Nogueira.
Analistas Financieros Internacionales. BID. La percepción de
los inversores de los riesgos regulatorios e institucionales en
América Latina.
6) Revista Javeriana No. 678. Fernando Londoño H. La economía
en la Constitución de 1991. Septiembre de 2001.
7) Idem.
8) Foro de la Justicia. Capitolio Nacional. Bogotá. Marzo, 23
de 2004.
9) Semana. Febrero, 23 de 2004
https://www.alainet.org/es/active/6225
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