De Doha a Cancún

15/11/2003
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"Ningún interlocutor en el mundo, ni siquiera en una pelea callejera, ni en la cancha de fútbol, respeta a otro interlocutor que va a nego- ciar con la cabeza gacha"
Luiz Inácio Lula Da Silva
La cumbre interministerial de la Organización Mundial de Comercio(OMC) realizada en noviembre del 2001 en Doha(Qatar), marcó un hito histórico. Con ella se dio inicio a la llamada "ronda del desarrollo", la primera desde el nacimiento de la OMC en 1995, institución esta que vino a hacer las veces del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio(GATT), que tuvo su origen en el año 1947, que no pasó de ser un club exclusivo y excluyente en el que sólo tenían cabida los países ricos. Ahora son 146 países los que tienen representación en la OMC, lo cual hace de ella una organización multilateral por excelencia. La cumbre de Doha estuvo precedida por el frustrada cumbre de Seattle en 1999, la cual fue saboteada por la súbita eclosión del movimiento antiglobalización que cada día cobra más fuerza. Esta ronda se vino a constituir en una respuesta al fatídico ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 en los E.U y se esperaba con ella morigerar los antagonismos entre el norte y el sur, separados por una brecha cada vez más profunda. La consternación y el pánico que siguieron a este insuceso, llevaron al Presidente Bush a afirmar que ¨ Luchamos contra la pobreza por que la esperanza es una respuesta al terror ¨(1) . La agenda de esta ronda es tal vez la más ambiciosa de cuantas se han emprendido en el decurso de estos certámenes. En ella se trataron de conciliar las demandas de los países desarrollados con las de los países en desarrollo, los cuales han constituido dos bloques comerciales contrapuestos, pero convergentes en tales escenarios. Mientras que los países en desarrollo lograron la inclusión de aspectos tan vitales para ellos como lo son la liberación agrícola, la revisión de los acuerdos sobre propiedad intelectual(TRIPS) y de medidas anti-dumping, tales como los aranceles compensatorios, la extensión del acuerdo de servicios(GATS), incluyendo la movilidad temporal de la fuerza de trabajo, así como también la eliminación del acuerdo multifibras, que restringe el acceso de los textiles a los mercados de los países industrializados; estos, por su parte, introdujeron en la misma los llamados "temas Singapur", así denominados por haber sido tratados por primera vez en esta ciudad-nación en 1996. Son ellos: la regulación de las inversiones internacionales, la política de competencia en relación al comercio en el interior de cada país, las medidas de facilitación del comercio – principalmente la homogenización de requisitos administrativos en aduanas - y la regulación sobre compras públicas que realizan los gobiernos y que tienden a no ser transparentes en muchos países(2) . Cabe destacar de la Declaración de Doha su artículo 13, en el cual los países signatarios de la misma, desarrollados y en vía de desarrollo concordaban "…celebrar negociaciones globales encaminadas a lograr: mejoras sustanciales del acceso a los mercados; reducciones de todas las formas de subvenciones a la exportación, con miras a su remoción progresiva; y reducciones sustanciales de la ayuda interna causante de distorsión del comercio. Convenimos en que el trato especial y diferenciado para los países en desarrollo será parte integrante de todos los elementos de las negociaciones…". Era previsible que el renglón agrícola se convirtiera en el punto focal del inicio de las deliberaciones en Cancún, como en efecto ocurrió y allí fue troya. Colombia ya hacía parte del conocido como grupo Cairns, el cual agrupaba a los países exportadores de productos agrícolas, incluidos algunos desarrollados, entre ellos Australia y Nueva Zelanda. Por lo demás, Colombia tiene clara la imperiosa necesidad de defender su sector agrícola, habida cuenta que "Todos los productos agrícolas procedentes del exterior, que hayan sido objeto de ayudas internas a la producción o subsidios a la exportación o políticas monetarias o económicas, con impacto de distorsión en los precios, generan competencia desleal a la producción nacional al ingresar al país. Por estas razones, Colombia establecerá un tratamiento especial según el caso, incluyendo políticas arancelarias para aquellos productos en los cuales las distorsiones externas perjudiquen a los productores nacionales en detrimento de su ingreso y del empleo nacional…"(3) . Ello explica el enrolamiento de la delegación colombiana a la cumbre de Cancún al G-22, una coalición de países en vía de desarrollo, liderada por Brasil, Argentina, India, China y Sudáfrica, bloque este que representaba a más de media humanidad. A diferencia de las rondas anteriores en las que los países en desarrollo eran convidados de piedra, esta vez se hicieron sentir, resistieron las presiones de los tres gigantes industriales(E.U, la U.E y Japón), obteniendo el respeto y el reconocimiento que nunca antes habían logrado. Este grupo se plantó en la raya e impidió que se pasara a la discusión de los otros temas hasta tanto no se le diera curso a la contrapropuesta que ellos le presentaron a las superpotencias. La semana anterior a la cumbre de Cancún, el Banco Mundial había dado a conocer su conturbador informe anual, Global Economic Prospects, en el cual pone de manifiesto los enormes costos de mantener los subsidios por parte de los países desarrollados y los beneficios que reportaría el desmonte de los mismos. Se destaca cómo la eliminación de las barreras comerciales y los subsidios, cuyo valor supera en seis veces el de la "ayuda" externa de los países desarrollados a los países en desarrollo(US$318.300 millones por año) contribuiría a elevar las exportaciones de las naciones pobres en un 24% y los ingresos de la población rural en US$60.000 millones. Y en el 2015, de darse dicho paso, los ingresos globales serían superiores en US$520.000 millones, 60% de los cuales estarían yendo a las faltriqueras de ciudadanos en países en vía de desarrollo, sacando de la pobreza y de la exclusión a 144 millones de personas. Según en IFPRI, en el caso colombiano su balanza agropecuaria neta de hoy(exportaciones menos importaciones) sería más alta en US$743 millones y el 50% del aumento de sus exportaciones agropecuarias provendría de la liberación total y genuina del agro de Canadá y USA(4) . Potísima razón esta para justificar plenamente nuestra membresía al G-22 y de allí la coincidencia, por primera vez, de los tres voceros del gobierno colombiano en la cumbre de Cancún(5) . Curiosamente, los E.U, que se niega a discutir el tema de los subsidios y las ayudas internas a sus agricultores por fuera de la OMC, llegado el momento de que se abordara en el seno de esta en Cancún, hizo causa común con la U.E y con Japón, quienes pretendían anteponer la definición en torno a los temas de Singapur, que son los prioritarios para ellos y relegar a un segundo plano las Medidas Generales de Ayuda(MGA) que distorsionan el libre comercio, que ellos tanto predican pero no aplican. Pudo más su tozudez que el interés de salvar la cara en esta cumbre y ello condujo al empantanamiento de esta. Por ello se habla de su fracaso; pero, como en el verso, nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira; pues el hecho de que las naciones más poderosas no se hubieran podido salir con la suya, avasallando como lo han hecho en el pasado a las más débiles, ello constituye un triunfo singular. El regaño del gobierno de los E.U a Colombia no se hizo esperar, por su militancia en el G-22. El primero en manifestar su disgusto por el papel "tan activo" asumido por Colombia en Cancún, como miembro de dicho grupo, fue Robert Zoellick, Representante comercial de los E.U. El Presidente de la Comisión de Finanzas del Senado de los E.U, Chuck Grassley, espetó que Colombia "…no merece un acceso especial a los mercados de los E.U", por la misma razón. La pusilanimidad del Ministro de comercio exterior lo llevó a tratar de sacarle las castañas del fuego a los norteamericanos, para congraciarse con ellos, afirmando sin ruborizarse que el presunto fracaso de la cumbre de Cancún "…no puede ser atribuido a ,los países de la U.E ni a E.U, que expresaron su voluntad para avanzar en la reducción de los subsidios agrícolas"(6) . Pero, ello no le bastaba a los E.U; luego vendrían las presiones para tratar de desintegrar al G-22. Antes de que se clausurar la cumbre ya habían logrado la primera deserción, la del Salvador, que luego secundaría el Perú. Pues bien, con ocasión de la visita relámpago que realizara a Washington el Presidente Uribe fue intimado a abandonarlo sin demora. El Senador republicano Norm Coleman, se adelantó al anuncio oficial que haría el gobierno colombiano protocolizando su retiro y dio cuenta de que "En conversaciones con el Presidente Uribe, él justamente nos indicó que se alejaría del grupo…y que estaba consciente de que permanecer en ese grupo no conduciría a unas buenas relaciones comerciales entre Colombia y E.U"(7) . Colombia, entonces, se convierte en esquirol, contribuyendo a sonsacar a otros países que hacían parte del grupo, tales como Costa Rica, Guatemala y Ecuador; de tal modo, que lo que antes era el G-22 quedó reducido por cuenta de las presiones de distinta índole de los E.U en el G-16! Llama poderosamente la atención de que Chile y México, que son sus socios, aún permanezcan en dicho grupo. Como lo afirma el diario económico Portafolio "Ya hay voces que proponen que, ante el estancamiento de la OMC, el país debe concentrarse en la negociación del tratado bilateral de comercio(TLC) con los E.U, pero nos parece que esta es una conclusión apresurada que puede tener consecuencias perjudiciales, en particular para el sector agrícola"(8) . Como dice el adagio, lo que sucede es lo que conviene, por que de haber pasado el Referendo plebiscitario la suerte en materia de acuerdos comerciales estaba echada y nada ni nadie hubiera atajado el tratado de libre comercio o el ALCA, simplemente adhiriéndonos a los mismos y apelación a los infiernos. Ahora, el escenario es otro y el país va a reclamar una negociación seria, digna, decorosa, sin claudicaciones; pues, Colombia no se puede seguir comportando como la mascota de los E.U. La prueba reina de que de poco sirve la abyección y el servilismo en nuestras relaciones con el Tío Sam es el palmo de narices que se acaba de llevar la Cancillería colombiana y nuestra Embajada en Washington, con la negativa del estatus de protección temporal(TPS) a los colombianos residentes en los E.U. Como dicen los paisas, por el desayuno se sabe lo que será el almuerzo! Bogotá, noviembre 15 de 2003 * Amylkar D. Acosta Medina. Presidente Sociedad Colombiana de Economistas. www.amylkaracosta.com (1) Conferencia de las N.U sobre financ. Para el desarrollo. Monterrey, México. Marzo, 23 de 2003 (2) Federico Steinberg. Real Instituto Elcano. El fracaso de la Cumbre de Cancún…Sept., 18 de 2003 (3) Plan Nacional de Desarrollo, Hacia un Estado Comunitario. 2002 - 2006 (4) Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Carlos Gustavo Cano, Ministro. Octubre de 2003 (5) Ver: Amylkar D. Acosta M. ALCA/TLC: oportunidades y amenazas. Sept., 12 de 2003 (6) El Tiempo. Jorge H Botero, Ministro de Comercio exterior. Sept., 15 de 2003 (7) Portafolio. Octubre, 9 de 2003 (8) Portafolio. Editorial. Sept., 17 de 2003
https://www.alainet.org/es/articulo/108800

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